Partidazo el que se vivió el sábado en el Pabellón Municipal “els Abrets” de Crevillente. Era un partido complicado ya que el CBI no se jugaba nada, con la primera plaza asegurada, mientras que Crevillente está inmerso en la lucha por el segundo puesto, que le daría la clasificación a las “fases”.
La calidad del juego de los dos equipos fue grandísima, pese al asfixiante calor, y pudimos disfrutar de un gran espectáculo de baloncesto.
Los primeros minutos comenzaron con los dos equipos muy igualados, y sobretodo marcados con la gran cantidad de faltas que cometimos (demasiadas para 5 minutos).
Los ataques se sucedían en canastas, y la movilidad de balón permitía tiros fáciles (por fin nos atrevemos a tirar de fuera) que anotábamos con un acierto normal (se tira y se mete, que cosas…). Además, aunque en el interior éramos mas flojas y bajas, nuestra calidad era mayor ahí y hacíamos mucho daño desde el poste bajo (tanto anotando como doblando).
Pero nos equivocamos en defensa, fallos de concentración, permitían a las de Crevillente contraatacar con demasiada facilidad; además que su mayor altura y fuerza les permitió muchos rebotes en ataque que se resumían en canastas fáciles.
Así llegamos al descanso con una cómoda ventaja, y continuó así hasta el minuto 30. Ahí empezamos a notar el calor, asfixiante, y las bajas (éramos 9, expulsaron a 2 por faltas y otra jugadora tuvo que descansar en el banco por un golpe en la rodilla), y ante el cansancio y los nervios empezamos a realizar tiros que, aunque fáciles, eran muy precipitados (no se puede llegar y tirar).
Pero, como siempre, el “chip” ese que parece que tengamos programado para los finales de partido se activó. A falta de 18 segundos, perdíamos de 3 puntos y lanzábamos 2 tiros libres. Elisa anotó los dos, y en la presión defensiva una buena acción entre Andrea L. y María recuperó el balón. Andrea M. entró a canasta y dobló a Alba P., que con tranquilidad pasmosa (aunque con oposición) anotó un tiro a tablero desde el semicírculo de la zona para finiquitar el partido (al final no fue “la brujita”). Crevillente perdió el balón y, aunque nos precipitamos y no supimos parar en el tiempo restante, no quedaba tiempo para más.
Lo mejor:
- el partido, espectacular, los dos equipos rayaron un nivel enorme.
– la afición, aunque les hagamos sufrir siempre responden, eso ayuda siempre a afrontar estos partidos.
– el arbitraje, aunque no fue su mejor partido, que Edu nos pite siempre es garantía de que se va a hacer cumplir el reglamento (pasos, dobles, acompañamientos, zonas, etc.), cosa que se agradece en sobremanera, tanto por nuestra parte como por la del juego.
– las chicas, que aportaron TODAS, en momentos más tranquilos y en los momentos tensos, cada día que pasa son más jugadoras de baloncesto, y más maduras, y siguen queriendo ir a más y más y más.
Lo peor:
- La precipitación en algunos momentos. la cabecita, en estas situaciones que las piernas pesan, tiene que tener mentalidad de equipo, y saber “cuándo me la tengo que jugar y cuándo no”.
– que Crevillente no ganara. Vamos, que es una pena que un equipo tuviese que perder el partido, porque el nivel de las crevillentinas fue espectacular, al igual que el nivel de las nuestras. Un partido para disfrutarlo.
Bueno, ahora queda un partido; pido que lo demos todo de nuevo para irnos más contentas de vacaciones de Semana Santa, las que aprovecharemos para trabajar de cara a unos “playoffs” que no son más que un premio, que cada día demuestran que es más merecido.